El Monasterio de Santa Catalina es uno de los lugares más fascinantes para visitar en Arequipa, Perú. Es un monasterio de clausura fundado en 1579 y se destaca por su arquitectura colonial española y su rica historia. Un consejo: no pienses que se trata de un museo de arte religioso.
Tabla de contenidos
Una ciudad a escala
El Monasterio de Santa Catalina es una pequeña ciudad dentro de Arequipa. Durante tu visita, podrás caminar por las estrechas calles empedradas y admirar las fachadas coloridas y las puertas antiguas. Y cada rincón del monasterio ofrece una vista encantadora y esa sensación única de poder de viajar en el tiempo.
Durante la época virreinal, los claustros y celdas del monasterio han sufrido diversas modificaciones, agregados y nuevas construcciones que se fueron añadiendo y que dieron como resultado que Santa Catalina es algo así como muestrario a escala humana de la arquitectura colonial arequipeña.
Se percibe así mismo, sobre todo en la zona de las callejas, la intervención de albañiles que, carentes de un plan propiamente arquitectónico, fueron levantando muros, tejados, celdas, patios y portadas de sencillo planteamiento. Lo mismo que sucede en una ciudad que se construye en el tiempo y con distintos propósitos.
Arquitectura y color
El monasterio se construyó con dos tipos de bloques de roca: el sillar blanco, que proviene del volcán Chachani, y el rosado del Misti, este último emblema de la ciudad. Y se distinguen algunos de sus espacios pintados con fuertes colores.
Portada del monasterio
La portada de ingreso está adornada con un relieve de Santa Catalina de Siena, bajo cuyo patrocinio se fundó el convento. Está labrado en el sólido muro de sillar que bordea toda la manzana.
La sobria sencillez de formas y la falta de color de esta portada, contrasta con el alegre colorido que encontrarás en los ambientes interiores.
Patio del Silencio
Era el lugar donde las monjas se reunían a rezar el Santo Rosario y leer la biblia en completo silencio. Y también era el zona donde vivían las novicias durante su primer año antes de convertirse en monjas.
Claustro de los Naranjos
Debe su Además de los árboles de naranjo que le dan su nombre, en medio del claustro hay tres cruces (no se ven en la foto) que formaban parte de una tradición del Monasterio de Santa Catalina, donde las religiosas representan la Pasión de Cristo todos los Viernes Santos. Este claustro data de 1738.
Claustro Mayor
Celdas de las monjas
El monasterio está compuesto por numerosas celdas que alguna vez fueron habitadas por las monjas. Algunas de ellas se han mantenido en su estado original y muestran cómo vivían las monjas en el pasado. Podrás observar muebles antiguos, objetos personales y detalles de la vida cotidiana en el monasterio.
Cocina
Lavandería
Fue construida en 1770, cuando Arequipa se abastecía de agua mediante acequias. En ella encontramos 20 medias tinajas, que son grandes recipientes de barro, usados antiguamente para almacenar granos, maíz o vino y que servían de bateas. El agua corría por un canal central, que se desviaba a cada tinaja colocando una piedra y en el fondo de la batea ponían un tapón, que luego de lavar quitaban y el agua corría hacia el canal subterráneo que llevaba los desechos al río.
Torre del Campanario
Parece una pequeña torre fortificada y se encuentra en una de las esquinas del Monasterio. Si subes tendrás una vista privilegiada tanto del monasterio como de la ciudad de Arequipa.
En la torre del campanario, se encuentran las campanas que han sido utilizadas históricamente para anunciar diferentes eventos y rituales dentro del monasterio. Estas campanas son parte del patrimonio cultural y religioso del lugar.
Iglesia
La fachada está decorada con relieves tallados en piedra volcánica y tiene una puerta de ingreso central.
El interior de la iglesia es amplio y cuenta con una sola nave. Las paredes están pintadas de blanco y se destacan los detalles en dorado. .
El altar mayor está elaborado en madera tallada y dorada, y cuenta con nichos que albergan imágenes religiosas. Cuenta también con varias capillas laterales.
Paseo por el monasterio
Como te habrás dado cuenta, el Monasterio de Santa Catalina es como una pequeña ciudad dentro de la ciudad. Ocupa un área de 20 mil metros cuadrados y se divide en cuatro barrios, que emulan la distribución urbana arequipeña.
Durante tu visita, podrás caminar por las estrechas calles empedradas cuenta con calles que evocan ciudades españolas (Córdova, Málaga, Toledo, Granada, Sevilla y Burgos), y también admirar las fachadas coloridas y las puertas antiguas. Cada rincón del monasterio ofrece una vista encantadora y una sensación de viajar en el tiempo.
Pinacoteca de Santa Catalina
Alberga una colección de arte religioso y objetos históricos y en origen era el dormitorio común de las monjas. Contiene obras de la Escuela Cuzqueña, máxima expresión de la fusión de los sentimientos y valores de las culturas incaica y española. Aquí podrás ver pinturas coloniales, muebles antiguos, textiles y otros artefactos que cuentan la historia del monasterio y su importancia en la región.